Londres después de ti

Nunca antes te había escrito.
Bueno, te escribí una carta de despedida en su momento.
Pero eso fue otra cosa.
Yo digo aquí.
Aquí donde vuelco al corazón.
Donde saco todo lo que llevo dentro.
Donde le doy cuatro vueltas y solucionao.

Es curioso.
Nunca me ha dado por escribirte.
Y mira que te he pensado.
Pensado y requetepensado.
Sentido y requetesentido.
Hasta hoy.
Hasta hoy cuando caminando por los túneles del metro,
te he visto en esa portada.
En el título de ese libro.
“Londres después de ti”, se llamaba.
Y allí estabas tú.
Encerrado en esas cuatro palabras.
Como esperándome.
Todo este tiempo.
Allí.
Contenido en esa ciudad.
En esos años.
En esa magia.

Y al ver esa portada he necesitado escribirte.
Que no a ti, sino de ti.
Ponerte en palabras.
En versos.
En recuerdos.
Para sentirte de nuevo un poquito.
Para no olvidarme de ti.
Para no perderme en ti.

En dos meses vuelvo a Londres.
Sí.
Lo sé.
Ha pasado ya mucho tiempo.
Seis años para ser exactos.
Tiempo y distancia.
Justo lo que necesitaba.
Tiempo y distancia.
De ti.
De mí.
De Londres.
De nosotros.

Lo cierto es que no sé si ya estoy preparada para volver.
Para volver a esas calles.
A esos bares.
A esos recuerdos.
A ese cielo gris.
A ese olor.
Pero quiero hacerlo.
Quiero volver y redescubrir Londres.
Ese Londres después de ti.
Porque Londres no siempre fue tuya.
Tú te la quedaste.
Te abrazaste a ella,
negándote a soltarla.
Pero yo sé que hay más allá.
Que la vida sigue en sus calles,
en sus rincones.
Que mi vida sigue.
Y la tuya también.
Aunque no lo haga por el mismo camino.

Así que he decidido volver.
Volver y descubrir Londres después de ti.
Después de nosotros.
Me dicen que apenas voy a reconocerla.
Que ha cambiado mucho en estos años de ausencia.
Que parece otra.
Pero yo sé que no será así.
Yo sé que la reconoceré.
Te reconoceré.
En ese banco.
Junto a esa fuente.
Paseando por sus puentes.
Esperando al tren.
Pero así está bien.
Tengo ganas de reencontrarme contigo.
Con ella.

Porque, a veces,
a veces es necesario volver al pasado.
Para reconectarte con el presente.
Y mi presente es otro.
Ya no es Londres.
Y ya no eres tú.